El desierto tiene memoria más allá del silencio que envuelve sus dunas de arena, solamente interrumpido a veces por el aullido de su viento endemoniado. Y la memoria despierta la historia dormida, y a veces incluso, como hoy pasa, hace que retorne la guerra, porque más allá del silencio de las dunas sobreviven los abandonados y traicionados. Aquellos a los que se pretendió olvidar entre las arenas de las dunas.
Fuente: Granada Hoy